martes, 14 de septiembre de 2010

Kitsch,

Una vez mas gracias por sus comentarios y particularmente el estimulo de todos

Con relación al Kitsch, esta bastante claro en este lugar de discusión que no es arte sino más bien una consecuencia de las transformaciones sociales que la sociedad ha venido elaborando a pasos agigantados

La incorporación de las tecnologías han colocado al mundo en una era post moderna, para unos y para otros industrialista o post industrial el caso es que no se puede separar demasiado una etapa con otra.

Con un mundo masificado donde los cambios son prácticamente instantáneos, las novedades junto con el consumismo son prioritarias.

El dilema de la industria altamente tecnificada es entonces, qué ofrecer, a tal extremo que ya el producto no es lo mas importante sino mas bien lo que siente el consumidor con respecto a èl, es allí donde nos topamos con el Kitsch, objetos comunes con aspecto lujoso y producido, con materiales económicos y en serie pues lo importante será el efecto que el objeto cause en quien lo compre y contemple.

A estas alturas se configura entonces en una filosofía de mercado, que busca vender una experiencia más bien que un producto. Al decir experiencia digo a la vez sensaciones de alegría, tristeza, excitación y a la vez algo de evasión

En rigor de verdad cabe reconocer que para producir esta clase de objetos efectistas, se debe apelar a un grupo de especialistas como diseñadores, artesanos, técnicos, psicólogos y sociólogos entre muchos más. Tal vez un ejemplo aclare más: si analizamos una historieta de gran consumo, donde quienes la producen utilizan sus conocimientos expresivos al servicio del consumo, se utilizan efectos de luz y sombra, se crean ambientes, hay noción de espacio idea de temporalidad, sin discusión esas piezas graficas masivas son producidas por artistas o gente con formación en el arte.

En este caso el consumidor de un producto Kitsch se contacta con modos estilísticos legítimos, que aunque lo ignora le permiten sentirse cerca de algo superior o inalcanzable. Las transformaciones a las que nos vemos sometidos nos han hecho victimas de una gran variedad de productos efectistas que no son legítimos y que nos modelan, minimizando lo mejor del ser humano, valores tales como la expresividad, la inventiva y la espontaneidad.

Sin ser exageradamente pesimista veo las cosas de esta manara y a la vez confío en que siempre el humano puede elegir y distinguir entre lo espurio y lo genuino

2 comentarios:

  1. Interesantísimos artículos Silvia. Gracias por compartírlos. Saludos.

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  2. Hola Silvia, he recibido una invitación a ver el sitio, me ha gustado. Con respecto al kitsch en California, vivo actualmente en el Sur de CA y es lo que más me fastidia en la arquitectura. Es muy acertado tu artículo, un mall en la autopista 5, ya llegando a los Angeles, es en realidad una especie de galpón, pero la fachada independiente pretende simular un palacio sumerio, con los reyes, los leones, cada vez que lo veo no salgo de mi asombro. Podría estar todo el día citando ejemplos, siento que es un Disneylandia enorme, y a la gente, le encanta.
    Un abrazo,
    Myriam

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